5cucharadas de mermelada de calabazahe usado mermelada casera
1cucharada de jengibre rallado
¼de cucharadita de canela en polvo
1/8de cucharadita de nuez moscada
2cucharadas de melaza de granada
1taza y ½ de harina de trigo integral
1cucharadita y ½ de levadura de repostería
¾de taza de leche de sojau otra bebida vegetal a tu gusto
Para el glaseado
1cucharada de mermelada de calabaza
2cucharadas de azúcar glacé
aprox. ½ taza de nueces peladas
Elaboración paso a paso
Precalienta el horno a 185ºC con calor arriba y abajo. Prepara un molde rectangular (unos 22 x 10 cm) poniendo papel para hornear (no es necesario si utilizas un molde de silicona.
Mezcla en un bol la harina con la levadura.
Lava y pela las zanahorias y rállalas (si quieres que se vean trocitos naranjas, con un rallador de agujeros grandes, si no, con uno fino).
En un bol grande bate la mermelada hasta que haga burbujitas (puedes usar un batidor de varillas). Añade la melaza de granada, jengibre, canela y nuez moscada y bátelo todo junto. Incorpora la zanahoria rallada sin dejar de batir.
Agrega poco a poco y por tandas la leche vegetal y la harina con levadura mientras bates hasta que quede una masa suave y homogénea.
Vierte la masa en el molde y métela al horno, a altura media, a 185ºC con calor arriba y abajo, durante unos 30 minutos o hasta que al pincharlo con una brocheta no salga con masa cruda pegada. No abras el horno antes de que pasen 25 minutos de cocción.
Sácalo y deja que se temple sobre una rejilla.
Mezcla la mermelada de calabaza con el azúcar glacé hasta que se haga una pasta untuosa y más bien pegajosa.
Cuando el bizcocho esté casi frío sácalo del molde y pon la cobertura por encima, extendiéndola con un pincel de repostería. No es necesario usarla toda, solo lo justo para cubrir la parte de arriba con una fina capa pegajosa.
Espolvorea con las nueces picadas o desmenuzadas a mano y deja que se enfríe por completo (el glaseado se solidificará un poco).