Mezcla el gluten y la harina en un bol grande. Haz un hueco en el medio.
Vierte en el hueco el agua, levadura, azúcar, sal, humo líquido y salsa de soja y mézclalo todo bien.
Amásalo a mano 3-4 minutos, hasta que la masa no se rompa tan fácilmente.
Tápalo y déjalo reposar en un lugar cálido hasta que duplique su volumen.
Calienta abundante aceite a 170ºC.
Ve tomando porciones pequeñas de masa fermentada pellizcando y tirando (unos 3 cm). Échalas en el aceite caliente. Pon sólo las que quepan y hazlo por tandas.
Fríelos 2-3 minutos y dales la vuelta.
Fríelos 3-4 minutos más, hasta que estén dorados y crujientes.
Sácalos a un plato con papel de cocina absorbente y repite con el resto de la masa.
Deja que se enfríen antes de servir los torreznos.
Notas
Procura controlar la temperatura del aceite para evitar que se nos tuesten demasiado o que queden aceitosos.