Corta la calabaza por la mitad, retira las pipas y ásala boca arriba en una fuente para horno durante 30-35 minutos o hasta que esté tierna y ligeramente dorada. Deja que se enfríe.
Saca la carne de la calabaza, mézclala con la sal en un bol y aplástala con un tenedor hasta obtener una pasta fina. Si es necesario añade alguna cucharada de agua.
Agrega el almidón de maíz y la harina, cucharada a cucharada, hasta obtener una masa consistente y no pegajosa.
Tápalo y déjalo reposar media hora.
Enharina una superficie de trabajo. Amasa la bola de masa hasta que sea fácil trabajarla.
Córtala en 6 partes, forma 6 cilindros de aprox. 1 dedo de grosor y córtalos en trozos de unos 2 cm.
Puedes dar forma a cada gnocchi pasándolo por las púas de un tenedor.
Espolvoréalos con harina y guárdalos en un recipiente cerrado en la nevera o congelador hasta el momento de usar.
Para cocerlos hierve abundante agua con sal y añádelos cuando entre en ebullición fuerte. Baja un poco el fuego y remueve ocasionalmente hasta que empiecen a flotar. Baja un poco más el fuego y déjalos 1 minuto más.
Saca los gnocchi con una espumadera y ponlos directamente en el plato con la salsa o caldo que vayas a usar.